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El farol en el poker: Los 7 mandamientos

¿Qué sería del poker si no hubieran faroles o bluffs?

Sería como un café sin cafeína, una noche sin estrellas o un mechero sin chispa. Le faltaría algo, la esencia de un juego que no es otra cosa que una mezcla de apuestas y engaños.

El farol en el poker, también conocido como bluff en el poker, es una jugada fundamental que le aporta al juego una chispa de diversión. La existencia de esta estrategia hace que nunca puedas fiarte de ningún rival.

¿Me estará mintiendo?

Esta sombra de duda permanente es la que hace del poker un juego o deporte mental diferente.

Las personas que no han jugado nunca a nuestro juego favorito tienen una imagen del que hace un farol en el poker, de jugador valiente y fuerte. Pero tú que ya sabes de qué va esto y nosotros sabemos que eso no es verdad.

Hacer un buen farol no es algo que esté al alcance de un jugador cualquiera. Solo los jugadores más experimentados saben cómo y cuándo hacer un farol.

Pero tranquilo, que para eso estamos nosotros aquí. En este post intentaremos explicarte las directrices que tendrás que seguir para convertirte en un maestro del farol en el poker.

Empezaremos, como siempre, con lo más básico, ¿qué es un farol en el poker?

¿Qué es un farol en el poker?

Un farol o bluff en el poker es una estrategia o jugada que consiste en apostar todas las fichas sin tener una mano con posibilidades de ganar.

Como hemos comentado más arriba, la forma de hacer faroles y la frecuencia con la que se llevan a cabo, define y distingue a los jugadores profesionales de los que no lo son.

Es normal, ver a jugadores novatos haciendo faroles sin parar y sin filtro. Sin embargo, los jugadores profesionales solo hacen faroles cuando la situación lo requiere.

Además del farol en el poker, también se habla de semifarol o el farol a la inversa.

Farol en el poker

¿Qué es un semibluff o semifarol en el poker?

Hablamos de semifarol cuando hacemos un bluff en el que, si nuestro rival ve la apuesta, no tenemos todo perdido. Un ejemplo:

Tienes un 8 y un 9 en mano y en el flop se sacan un 7, un 10 y un 3. En esta situación estás a un 6 o una J de ligar una escalera. Si en este momento lo apostamos todo, estaríamos hablando de un semifarol, porque no tienes nada en este momento pero sí tienes opciones reales de ligar una buena mano.

¿Qué es un farol a la inversa en el poker?

Se trata de hacer lo contrario a lo que se hace con un farol en el poker. Es decir, consiste en fingir que no tienes una gran mano cuando realmente sí que la tienes. Por ejemplo:

Imagina que tienes dos Ases en mano y aparecen en mesa un As, y dos J. En el flop, es posible que algunos de tus rivales suban la apuesta tratando de hacer ver que tienen un trío de jotas.

En este caso, para hacer un farol invertido, deberías hacer simplemente call y seguir haciéndolo hasta el river, momento en el cual podrás subir.

Lo normal es que en el momento del showdown más de un jugador haya ido saliendo de la partida y queden pocos junto a ti. Si subes la apuesta en el river, probablemente generes muchas dudas en tus rivales, pero si han llegado hasta ahí es muy posible que te sigan la apuesta.

Todo esto provoca que el bote haya ido engordando conforme llegaba el final, así que no solo ganarás sino que, además, te llevarás un suculento premio.

¿Cuándo y cómo hacer un farol en el poker?

A la hora de hacer un farol en el poker hay que tener multitud de factores en cuenta. Aquí van los 7 mandamientos para hacer un farol en el poker.

Cantidad de jugadores.

Nunca harás un farol si tienes más de dos rivales en juego. Parece obvio, pero no todos los jugadores lo tienen claro. Cuantos más rivales tengas en el momento de hacer el bluff, más probabilidades tienes de que te hagan call y pierdas todo tu bote.

Tamaño del bote.

Nunca harás un farol si el tamaño del bote es demasiado grande. Piensa que si tus rivales ven un bote grande es más posible que vean tu farol para optar a llevárselo, incluso cuando no tengan una gran mano.

La posición.

Nunca harás un farol si tu posición no es la última o como mucho la penúltima (aunque entraña cierto riesgo). Es importante ver qué hacen tus rivales antes de que hables tú. Por ello, te recomendamos hacer faroles solo cuando tu posición sea la última preferiblemente.

Apuestas previas.

Nunca harás un farol si alguno de tus rivales sube la apuesta antes de tu turno. Si un contrincante sube la apuesta antes de que tú hables, lo estará haciendo probablemente fuera de posición, lo que solo puede significar que tiene un buen proyecto o mano.

Tipo de rival.

Nunca harás un farol contra un rival con exceso de entusiasmo o muy agresivo. Este tipo de jugadores, aunque de forma incoherente muchas veces, suele ir a todo.

La jugada.

Nunca harás un farol cuando cualquiera pueda tener buena mano o un buen proyecto. Es decir, que si en mesa hay, por ejemplo, un 7, un 8, un 9 y un 10, no hagas un farol como si tuvieras una escalera o un proyecto de ella, porque no serás el único y casi seguro que alguno de tus rivales te verá la apuesta.

No te repitas.

Nunca harás un farol cuando acabes de hacer uno en las jugadas anteriores. Como se suele decir “lo poco gusta y lo mucho cansa”. Tus rivales no son tontos.

¿Enseñar las cartas o no enseñarlas?

Cuando una mano acaba sin llegar al showdown puedes enseñarlas o no hacerlo. En el caso de que haya un farol de por medio la norma es la misma.

Dicen los cánones que nunca hay que enseñar las cartas para que tus rivales no sepan cuando mientes y cuando no. De esta forma podrás hacer un bluff sin que nadie sospeche.

No obstante existen ocasiones muy puntuales en las que no es un disparate enseñarlas.

Cuando hagas un gran farol a un rival y le quites una buena parte de su bote, enseñarle las cartas que tenías provocará una gran frustración y cabreo en él, lo cual le puede llevar a tomar malas decisiones y cometer errores en las próximas rondas.

Eso sí, si haces esto una vez ya no lo vuelvas a hacer, al menos en ese campeonato, o correrás el riesgo de ser etiquetado como farolero y nadie se creerá tus faroles desde ese momento.