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Jugadas de poker reales con las que aprender

Seguro que alguna vez te han dicho que para aprender, hay que hacerlo con los mejores. Por eso es tan importante ver las partidas que juegan los profesionales. Así, podrás entender y después copiar las jugadas de poker que veas.

Para ponértelo fácil, te traemos una recopilación de jugadas de poker de las que hacen afición y te hacen amar este deporte. Te explicaremos qué es lo que pasa y porqué son grandes jugadas para que, así, te conviertas en un maestro del poker aprendiendo con los mejores.

Jugadas de poker. Cuando arriesgar te sale bien

 

No es que sea algo habitual en el poker y te recomendamos que no te “abones” a la suerte, porque el poker no va de eso. Por suerte (y es lo que lo hace tan popular) hablamos de un deporte mental en el que una pareja puede ganar a un poker, siempre que se sepa jugar.

Por tanto, también hay veces que aún teniendo una gran mano, te pueden engañar y hacerte creer que tienes menos que tu rival, y si no, que se lo digan al bueno de Nitsche…

Para hablar de esta jugada partiremos del flop. En él nos encontramos la siguiente mano:

  • Misljimi con una pareja doses
  • Nitsche con un 5 y un 4 de picas
  • En mesa 8 de diamantes, 3 de trébol y 2 de diamantes

Como es lógico, Misljimi, con un trío de doses en el flop, sabe que tiene una buena mano, pero lejos de subir la apuesta a la primera de cambio (esto le haría parecer sospechoso de tener una gran mano), pasa.

Será su rival el que suba la apuesta a continuación. Y es que, Nitsche se encuentra con una escalera a falta de un As o un seis, nada mal…. Este será el momento que aprovechará Misljimi para resubir la apuesta y hacer crecer el monto total.

Hasta aquí una jugada de poker habitual. Vamos con el turn.

El crupier saca una carta más y coloca un siete de picas en el centro de la mesa. Sabiéndose fuerte, Misljimi sube la apuesta y Nitsche acepta el desafio.

A continuación, con el river, la partida da un vuelco radical.

Por fin aparece el tan deseado 6 para Nitsche. Ya tiene la escalera que estaba esperando. Sin embargo, esto no ha hecho más que empezar.

Misljimi, que sigue con su trío de doses, prefiere no subir la apuesta y su rival, con su escalera si lo hace.

De nuevo, le toca a Misljimi decidir qué hace. Decide ir con todo (All-In) y dejar a Nitsche con la cara que podemos ver en el minuto 3:10. No es para menos.

En su cabeza no existía esa opción. Se queda desencajado, observa a su rival y se tapa la cara con la capucha.

Y es que el último seis que apareció en mesa era de diamantes y, con él, ya habían tres diamantes en mesa. ¿Y si tiene dos diamantes? Debió pensar Nitsche.

Ante este razonamiento, toma una decisión de la que se arrepentirá unos segundos después. Se retira de la partida perdiendo todo lo apostado hasta el momento. Y, como no podía ser de otra forma, para rematar, Misljimi le enseña las cartas que tenía.

Lo cierto es que esta jugada de poker no es la más prudente. Las probabilidades de que Nitsche hubiera igualado el All-In no eran bajas. Por eso decimos que Misljimi arriesgó y ganó. Aunque nuestra recomendación es que trates de ser más prudente ya que, en estas situaciones, lo normal habría sido otro desenlace.

Jugadas de poker. Una jugada poco común.

En el poker es “difícil” que, en las dos cartas que se dan en mano a cada jugador, tengas ya dos iguales. Si hablamos de que esas dos cartas sean, además, de un valor alto, las probabilidades se reducen mucho más. Bien. Pues el azar quiso que, en esta inusual jugada de poker, ocurriera esto y en hasta tres ocasiones, con triple All-In incluido.

Es una de esas jugadas en las que todos piensan que van a ganar y, desde luego, no les faltan argumentos. Esto provoca que, antes incluso del flop, ya se sepa qué jugadores van a ir hasta el final de la partida y qué jugadores no van a jugarla.

En este caso, tres jugadores van con All-In en el pre-flop, algo no muy común, aunque uno de ellos (Shak) no se está jugando todas sus fichas porque tiene más cantidad que la máxima apostada por los otros dos jugadores que han hecho All-In. De este modo aunque perdiera, podría seguir en el juego con las fichas que le han sobrado.

El desarrollo posterior es bastante plano, ya que el único punto de interés es ver si aparece la K que le salve el pellejo a Richey, cosa que no ocurre. Habría sido espectacular.

Jugadas de poker. Cuando intentas engañar a la persona equivocada.

En este caso te traemos una recopilación de jugadores intentando engañar a Daniel Negreanu. No se trata de un video donde ver grandes jugadas de poker, sino más bien es para admirar el talento del Canadiense para adivinar cuando tratan de engañarle.

Podemos ver cómo observa a sus rivales y, sobretodo, cómo lee las jugadas. La verdad es que para las personas que nos gusta el poker es un placer ver cómo lo hace. Hace que parezca fácil.

La ambición y las ganas de ser mejor son el alimento principal en la dieta del madrileño.
En diferentes entrevistas, Adrián siempre destaca el esfuerzo y el sacrificio que supone dedicarse profesionalmente al poker. Son una media de ocho a diez horas diarias con un nivel de concentración muy alto.

Su filosofía del trabajo y el esfuerzo sirven de ejemplo para las futuras generaciones del poker. Por ello, se intuye que Adrián Mateos es el futuro y el presente de los jugadores españoles. Habrá que seguirlo de cerca.

Jugadas de poker. A veces, la suerte aparece… pero solo a veces.

Cualquier jugador experimentado te recomendará que no pienses en la suerte como algo factible o que te pueda salvar en algún momento dado. Jugar pensando que podemos ser afortunados es como mínimo imprudente. No obstante, a veces pasa.

Aquí vamos a explicar una de esas jugadas emocionantes que se resuelve en el último momento.

Se las prometía felices el americano Joseph Cheong con su pareja de Ases en el pre-flop, sin embargo, su suerte giró bruscamente al final de la partida.

Por su parte el italiano Candio, con un siete y un cinco de picas, decide jugar la partida en busca del color o de una escalera difícil. Una de esas jugadas de poker, en las que no es raro retirarse.

Se puede ver cómo, ya en el pre-flop, ambos suben las apuestas, siendo el propio Candio el que lleva la iniciativa. Después, tras ver el flop y viendo que su mano no es especialmente buena, se queda a la espera de lo que hace Cheong que, como es lógico, sube la apuesta.

Este es el primer momento decisivo, en el que Candio decide jugar, pese a que no tiene una gran mano. Y ya que lo hace, ¿por qué no intentar asustar al rival? Eso es lo que intenta resubiendo la apuesta.

El americano, por su lado, con una doble pareja en este momento, no se amilana y engorda la apuesta, forzando a Candio a ir All-In.

 

Desde ese instante la suerte está echada. Mientras que Cheong permanece sentado en su silla, su rival, que sabe que tiene pocas opciones, no quiere ni mirar.

Lo siguiente que viene será un rayo de esperanza para Candio. Un ocho de picas, que le deja a un cuatro o un nueve de la escalera que le daría la milagrosa victoria.

En este video hablamos de las jugadas de poker en las que interviene la suerte así que, como no podría ser de otra forma, en el river, aparece el cuatro para llevar al éxtasis de Candio, que no se corta ni un pelo a la hora de celebrar lo ocurrido.

Este es un ejemplo de una mano en la que la suerte le da la vuelta a la partida. No es lo habitual, pero a veces pasa, haciendo del poker, uno de los deportes mentales más emocionantes. Y si no que se lo digan al italiano…

Jugadas de poker. Así se hace un farol.

 No podemos hablar de poker sin hablar del, actualmente, mejor jugador del mundo, Adrián Mateos. Esta es una de esas jugadas de poker que te sacan una sonrisa y que provocan ganas de jugar a cualquiera. Una jugada en la que, a priori, el que mejor mano tiene es Mateos, o al menos es una buena mano.

Empieza la partida con hasta cuatro jugadores queriendo participar. Ya en el flop, el español sube la apuesta y, tras una resubida de Lodden, se quedan los dos mano a mano.

En el turn, aparece un cuatro de tréboles. El noruego decide pasar y Adrián sube la apuesta, con intención, probablemente, de hacer creer a Lodden que tiene una buena mano.

Tras observar de manera exhaustiva a su rival, el noruego ve la apuesta y sigue en la partida. Aquí podemos ver cómo Lodden desconfía del español (¿y si tiene un As?) y cómo éste adopta una postura inexpresiva. Podemos ver en Adrián Mateos la definición gráfica de lo que es la cara de poker.

La realidad, en este momento, es que Adrián Mateos no tiene absolutamente nada y Lodden está con una pareja de cincos, que es la que tiene desde el principio de la partida.

Pero lo bueno de esta partida no son las manos que aparecen, sino cómo se resuelve todo.

Por último, como siempre, el turn. Un As de diamantes aparece en el centro de la mesa y Lodden decide no hacer ninguna apuesta, por lo que le toca hablar al español.

 

En esta situación y llegados a este punto de la partida, Adrián Mateos decide ir con todo (All-In) y poner en un serio aprieto a Lodden, cuya mano no es ninguna maravilla.

Es interesante ver la tensión que se respira durante los minutos posteriores al movimiento de Adrián y cómo el noruego trata de radiografiar a su rival, en busca de un mínimo gesto que le haga inclinarse por una decisión.

Tras más de cinco largos minutos (al menos para el español) Lodden se retira de la partida haciendo ganador a Adrián Mateos que, para desestabilizar aún más a su rival, le enseña las cartas.

Esta es una de esas jugadas de poker en las que se demuestra que para ganar en el poker, no hace falta tener la mejor mano. Siempre se puede ganar haciendo creer a tu rival que tienes una mejor mano aunque sea mentira, como nos enseña aquí Adrián Mateos.

También hay que poner en valor la situación. Estas jugadas son fáciles de ver y muy difíciles de hacer, sobretodo teniendo en cuenta la tensión a la que están sometidos los jugadores profesionales.

Dicho de otro modo, es posible que te atrevas a hacer algún farol cuando juegues con tus amigos e incluso en alguna partida online, pero para hacerlo en la situación en la que lo hace Adrián Mateos, como se dice en mi tierra, hay que tenerlos muy bien puestos.